INSOMNIOS
25 de junio de 2016
CAFÉ BAR DOCK – BILBAO
Los finales de temporada se presentan
casi siempre con el sabor agridulce del cansancio y la sensación de dejar
concluido el trabajo con un balance positivo. Tal vez eso produzca insomnio o
puede que sea dejar atrás los insomnios de unos meses de organización, desafíos
nuevos, retos que nos ponen ante nosotros mismos y nuestras capacidades. No lo
sé, pero de lo que sí estoy seguro es de haber compartido, este curso que
concluye en este junio de 2016, mucha ilusión con muchas y estupendas personas
próximas a la poesía y la música, haber aprendido de todas ellas y llevar en la
memoria sus sonrisas, la palabra amiga, el aliento de su cercanía y el apoyo
prestado a Noches Poéticas.
Inevitable no hacer un rápido recuento de emociones y proyectos
puestos en marcha o ya concluidos a los que van apegadas dichas emociones, así
la publicación por la Editorial LUPI (Juanje Sanz) del poemario vencedor en el
I Concurso de Poesía Noches Poéticas Bilbao, “Sabe la noche”, de la autora Teresa Ramos; la convocatoria del II
Concurso; la puesta en marcha del evento Noches Poéticas Presenta que,
mensualmente en el Café Bar Dock, ha ido presentado a dos autores de fuera de
Bilbao y sus publicaciones; la continuidad de las Noches Poéticas itinerantes
por los bares bilbaínos; la participación en otros eventos fuera de Bilbao como
el homenaje a Blas de Otero celebrado en Madrid por la Editorial Vitrubio o la
actuación en Vitoria en el programa Poesía
de mayo organizado por Elisa Rueda y, en este final de temporada, la
presentación del tercer número de la Colección Noches Poéticas editado por
LUPI, el poemario “Cafeína para insomnios
promiscuos” de la joven autora Amaia Barrena.
Más de treinta personas tuvieron un
lugar para dejar sus versos o los de otros autores ante los micrófonos de
Noches Poéticas. Entre poema y poema, la música del grupo “Meibi y los
vietnamitas blancos” al frente del cual se encuentra Jesús Blanco, también
poeta. Y con la música y la poesía, el sabor de la ironía y el surrealismo de
las actuaciones de Manuel Cajón, el lado humorístico de Txemi del Olmo o los
monólogos históricos de Marisa.
El final de velada vino acompañado de una gran rifa de libros y revistas de poesía que llegó a las 16 personas agraciadas de las muchas que dejaron su nombre en el sombero. Versos para un verano que les deseamos feliz.
El final de velada vino acompañado de una gran rifa de libros y revistas de poesía que llegó a las 16 personas agraciadas de las muchas que dejaron su nombre en el sombero. Versos para un verano que les deseamos feliz.
No quiso tampoco faltar a la cita el Cadáver
Esqueleto de la noche; ese poema colectivo que se construye verso a verso como
si hueso a hueso se recompusiera y diera vida al esqueleto de la poesía que
bailará al final de la velada en una lectura en la que cada participante oirá
su aportación sintiendo que cobra otro significado al lado de los versos que la
rodean. Ese momento mágico de comunión poética tuvo, en esta noche, un título
que arranca del que encabeza el libro de Amaia Barrena, quedándonos con el
sustantivo de “los insomnios” y dejando
que el público pusiera los adjetivos de las emociones. Y aquí está el
resultado.
INSOMNIOS
Sale
del bolsillo, vuela a raudales
y tengo sueños que no me dejan dormir
en compañía, ¡qué locura!
Los míos son oportunidades de nuevos sueños,
el despertar de una conciencia intranquila.
y tengo sueños que no me dejan dormir
en compañía, ¡qué locura!
Los míos son oportunidades de nuevos sueños,
el despertar de una conciencia intranquila.
Por
qué esta lucha por mantenerme despierto,
horas como balas,
cerebro inquieto a media noche. Tú,
mi insomnio adicto a la cafeína
entre sueños... Te espero.
Sueños rotos.
No sé dormir sin la amnesia de tus brazos.
horas como balas,
cerebro inquieto a media noche. Tú,
mi insomnio adicto a la cafeína
entre sueños... Te espero.
Sueños rotos.
No sé dormir sin la amnesia de tus brazos.
Una
noche larga y silenciosa,
insomnio sofocante lleno de flases imposibles.
Has desterrado mi cuerpo del mundo de Morfeo;
no puedo serenar la mente,
el amanecer duele
y en esta noche llegan a mí los recuerdos.
insomnio sofocante lleno de flases imposibles.
Has desterrado mi cuerpo del mundo de Morfeo;
no puedo serenar la mente,
el amanecer duele
y en esta noche llegan a mí los recuerdos.
Es
el tiempo robado al sueño de soñar;
tal vez sin ti no vería las estrellas,
sin ti, ni contando ovejas concilio el sueño,
tu falta me obliga a pasar la noche
mirando al techo,
eres tú la razón de mi falta de sueño
dando vueltas en la cama,
eres tú en cada una de mis pestañas
la mala conciencia que provocan mis mentiras.
tal vez sin ti no vería las estrellas,
sin ti, ni contando ovejas concilio el sueño,
tu falta me obliga a pasar la noche
mirando al techo,
eres tú la razón de mi falta de sueño
dando vueltas en la cama,
eres tú en cada una de mis pestañas
la mala conciencia que provocan mis mentiras.
Perder
el norte con los míos...
desbrozar los sueños de quien duerme a mi lado.
Son la cafeína para tus sueños
mi peor insomnio y tu mejor almohada.
desbrozar los sueños de quien duerme a mi lado.
Son la cafeína para tus sueños
mi peor insomnio y tu mejor almohada.
Me
acuerdo sin nervios, sé que la noche es larga
¡qué suerte la de esta noche... que no me importará
no dormir!
Pensarás de noche lo que de día ni imaginas hacer,
noches de desesperación. ¡Róbame el sueño
y regálame sueños
sólo desde el silencio de esta noche ya eterna!
¡Alondra negra que canta
en mis lunas heladas!
¡Oh noche y alma en vela,
las horas largas como olas que van y vienen
y no pasan!
¡qué suerte la de esta noche... que no me importará
no dormir!
Pensarás de noche lo que de día ni imaginas hacer,
noches de desesperación. ¡Róbame el sueño
y regálame sueños
sólo desde el silencio de esta noche ya eterna!
¡Alondra negra que canta
en mis lunas heladas!
¡Oh noche y alma en vela,
las horas largas como olas que van y vienen
y no pasan!
NOCHES
POÉTICAS
De la organización del texto: Julio González Alonso
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